YO: “Amar al mundo por lo que es, y no por lo que espero que sea”. Entiendo que esperar que algo sea, implica expectativa, justamente lo que nos hace siempre vivir en un mundo de utopías y no manifestarlo aquí y ahora. Pero, si amo al mundo tal cual es, ¿cuál es el punto de su transformación?
SOY: ¿Acaso amar a un bebé te impide hacer planes para su futuro? ¿Acaso el querer ver las flores de primavera te hace odiar a las plantas en el resto de las estaciones? Acaso aceptar a una pareja tal cual es hoy, no te permite hacer planes de vivir juntos, viajar juntos, crear una familia?
YO: Entiendo el punto… El tema es creer que trabajar para un futuro mejor implica no aceptar el mundo caótico actual. Cuando en realidad, es alrevés, aceptando al mundo como es, sin negarlo, es lo que despierta el amor por ayudarle a transformarse.
SOY: Cuando tomas de las manos a un bebé para que dé sus primeros pasos, no resaltas su incapacidad de caminar, sino su voluntad de avanzar. Cuando un bebé llora, no te quejas alegando que preferirías que siempre esté feliz, sino que te dispones a ayudarle, pues el llanto es la única forma que conoce para comunicarse. Aceptar el mundo tal cual es, con sus llantos, dolores, incapacidades, es como aceptar a ese bebé que está creciendo, aprendiendo del mundo y de sí mismo, y tú estás allí, sabiendo de lo que es capaz, guiándole para que lo descubra, sin negar lo que es.
YO: Oh… comprendo bien ahora… Es que, como humanos, solemos quejarnos de las cosas que no nos gustan buscando mejorarlas, dejando lo malo atrás, sin entender que lo que somos hoy es parte del proceso para ser lo que seremos mañana…
SOY: Para atravesar un umbral hacia el mañana, es necesario reconocer el ayer del cual provienes. Para ir a la luz, necesitas reconocer tus sombras. El Ser se encuentra en medio de todo ello, en medio de todos los procesos, el Ser es la articulación eterna entre cada paso, cada sistema, cada proceso que vives. Por ello, no te pido que ames la guerra o el hambre, la traición, la corrupción, la desesperación, la ignorancia e inconsciencia, sino que ames al Ser que les está experimentando.
YO: Cada persona que conozco está viviendo un momento único de este Ser, que se desarrolla paso a paso. Cada individuo, criatura, ser vivo, e incluso aquello inorgánico, atraviesa procesos diversos. Todos tan diferentes que lo vemos caótico, y tan diversos que incluso parecen opuestos, así consideramos el conflicto, el no querer enfrentarse a lo que hoy se es, deseando encontrar una mejor versión de lo que será…
SOY: Y al hacer esto lo único que logras es menospreciar los pasos que llevan a un destino de claridad y éxito. Esa mejor versión no podría nunca ser una versión sin haber pasado antes por la práctica incesante de la diversidad. Como sabrás, el verbo Ser es uno de los más complejos, sobre todo en español, pero también en la mayoría de las lenguas. En las lenguas latinas, el origen del verbo surge del indoeuropeo “ess”, que describe la idea de estar. Otra palabra indoeuropea dio origen al verbo ser en lenguas sajónicas, eslavas y nórdicas, que es “bheue” (existir), es decir, estar afuera. Este verbo, describe todas las posiciones de un individuo en el tiempo y espacio, no describiendo el proceso o instancia que vive, sino recordando que la misma es sólo un paso a través de las constantes tiempo-espacio. Por esto el Ser sólo puede referirse al “Aquí y Ahora”, siendo que “aquí” es cualquier lugar, y “ahora” cualquier momento.
YO: Decir “Yo Soy Aquí y Ahora”, entonces no habla del presente, sino de la aceptación plena del estadío en que me encuentro, un estadío eterno en constante transformación.
SOY: Y debido a que ésta es una constante del verbo Ser, podrás entender que todo lo que existe, lo que está en un sitio o momento, son sólo aspectos del mismo concepto. Un ejemplo: si colocas en un espacio amplio a toda tu familia, amigos, parejas, mascotas, con sus diferentes edades y formas, verás que cada uno ocupa un lugar en la constante de espacio, y un instante en la constante de tiempo, es decir, que cada uno es un aspecto del verbo Ser.
YO: Indicando que más allá de las diferencias, todos somos uno…
SOY: Así es. Cada individuo, cada “ser”, es un aspecto de la constante eterna de la existencia. Un solo ser que se expresa diversamente en miles de versiones del universo.
YO: Versando, sobre sí mismo, como un espejo…
SOY: Como bien sabes, versar es girar sobre sí mismo, doblar, crear un pliegue en la constante, un pliegue de autorreferencia, autoobservación. El universo es la unidad hacia la cual todas las versiones regresan, es decir, todo lo expandido vuelve sobre sí hacia la Fuente. Y cada versión se fractalizó multiplicándose en varios caminos, al menos dos mínimo, llamándose “diverso”. La diversidad del Ser, pues, es la cantidad de veces que un mismo individuo puede fractalizarse en distintos tiempos y espacios.
YO: Siendo cada persona y entidad que conozco, una versión de mí mismo…
SOY: Y es allí que ves que los condicionamientos que controlan la idiosincracia de cada uno, no son más que elecciones de procesos, de experiencias, que conforman el gran ser que tú eres.
YO: Y allí descubro la incondicionalidad… pues me veo más allá de las condiciones propias del ego, de la personalidad, entendiéndome como una simple versión de mí mismo…
SOY: Descubres que al serlo todo, debes aceptarlo todo. Aquí ocurren dos cosas: desde la inconsciencia te sientes atrapado en una existencia magnánima de la que no puedes escapar, de ser parte inevitable de los demás. Y desde la consciencia encuentras la libertad de saber que lo eres todo, y que todo lo que te sucede te lo debes a ti mismo. Sin culpas, sin enemigos, sin amores únicos, reconoces que todo va más allá de las apariencias, pues todo lo que existe es, y todo lo que es, es eterno, y tú eres, por lo tanto, eres eterno.
YO: Por ello puedo amar a todos por igual… por ello en esta consciencia emocional, puedo ser los demás, sentir a los demás, como parte de mí, como unidad que soy, y ya no como “los otros”, sino como yo mismo. Es cuando siento un amor pleno, un amor que no nace del servicio al otro, sino de la conexión con los demás, desde la esencia.
SOY: Esencia… la capacidad o el atributo de Ser. La esencia de las cosas es lo que describe el principal atributo de la existencia, que reconoce que todas las formas orgánicas e inorgánicas son por esencia parte del ser universal…
YO: Y nos une el vacío, es decir, la posibilidad de ser…
SOY: “Ser o no Ser… Esa es la cuestión” (Shakespeare). Ser es una elección, la elección que condiciona tu existencia. En el No Ser, en el vacío, no eres nada, pero eres la potencia, el sueño de lo que serás. “Quaerere” (buscar, búsqueda), es el origen de la palabra Cuestión. La acción de buscar ser, es lo que activa la voluntad de hacer que lo inmanifestado se vuelva manifiesto. Es la voluntad de buscar, de preguntarse, de salir de donde se está caminando hacia otro estado de consciencia, hacia otra realidad. Y cuantas más encuentro, en más me convierto, construyendo miles de seres, miles de momentos, de capacidades y atributos de ser. Todo por la búsqueda, por la cuestión de ser o no ser. Tú decides lo que eres, lo que decides ser y lo que decides no ser, en qué deseas convertirte. La elección es libre, pero una vez que la has hecho, debes vivirla. Así, esta existencia que experimentas no es tu libertad de sr sino el resultado de tu elección, y las personas con quienes habitas lo que eres, son tus reflejos de aquello que buscas incorporar y trascender.
YO: O sea que, no poseo libertad de ser en la materia…
SOY: No posees libertad desde la personalidad. Cuando te aferras a lo que crees que eres, cuando dices “esto soy yo, pero esto no soy yo”, estás limitando, condicionando, tu propia esencia expansiva, y esto te lleva a ser preso de tus propias elecciones. Un ser libre, lo es todo, sin limitación alguna, pues entiende que cada ser, cada experiencia, no es más que una inflexión en el camino de la existencia. Ser, es el primer verbo del cosmos, el más usado, el más variado, Yo Soy, es el primer verso versado en la diversidad del universo. La poesía de la existencia.
YO: “Yo Soy Tú, y Tú Eres Yo”… “¿Quién Soy? Yo Soy”… Reconozco que todos somos uno, que el camino del Ser no existe en la separación… Todos somos uno, y esa es la única razón.
SOY: En la Nada irradia una canción, resuena en Todo como el latir de un corazón, invitando a sus partes a los cielos extender, entonando la canción del converger. En la pregunta encontró respuesta, en el origen halló el final; en la existencia vive la nada, en el vacío la realidad universal. Yo Soy, se dijo el Todo, y en su camino su voz resonó, atravesando espacio y tiempo, a todo ser su irradiar enamoró. ¡Cuán bello es encontrarse a través de esta canción! Que vibra alto al reconocer cada corazón. El ego encontró el silencio, la Mente despertó su sentir, el Cuerpo se vuelvió idea, y el Alma en elixir. Veo a mis ojos en el brillo de los suyos ojos, en los espejos que he de expandir. Y en amor yo les recuerdo, al son de mi reflejo. Canto así los versos que habré de conectar, canto de latir infinito, que en todos ha de vibrar: en el camino eterno estoy, y en mis pasos suenan Yo Soy, Yo Soy, Yo Soy”.